COMENZÓ LA VEZ EN SANTO TORIBIO DE LIÉBANA
MUCHOS DEVOTOS EN EL COMIENZO DE LA VEZ EN SANTO TORIBIO.
CRÓNICA: PEPE REDONDO
El viernes 12 del presente mes de junio, tal y como manda la tradición, muchos fueron los lebaniegos que se acercaron hasta el Monasterio de Santo Toribio para cumplir con el ancestral rito del comienzo de la Vez. Cofrades, que se distinguen del resto de fieles por la cruz dorada y lazo verde prendido en el pecho, con el presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz, Javier Lombraña, al frente, junto a miembros de su Junta Directiva, así como muchos devotos de las localidades lebaniegas se fueron acercando con bastante antelación a la celebración del acto central: la Santa Misa. Por las circunstancias sanitarias especiales debido a la Pandemia del Corona Virus a nivel mundial, la apertura en esta ocasión ha sufrido un retraso considerable, ya que en realidad el comienzo debería haberse producido el primer domingo de abril.
Tras darse las condiciones necesarias, por fin pudimos llevar a cabo dicho comienzo. El retraso obligó a una reorganización, por parte de la Junta Directiva de la Cofradía, del calendario de pueblos y funerales a celebrar hasta el próximo mes de octubre en que se producirá la clausura de la ancestral tradición. El comienzo del Confinamiento de la población española, decretado por el Gobierno Nacional como consecuencia de la pandemia, se “llevó” por delante toda la programación preparada antes de producirse el mismo. Así, en esta primera celebración “tocó” el turno a todos los pueblos del Ayuntamiento de Pesaguero, más .,fallecidos el año anterior de algunos de estos pueblos: Benjamín García Posada, Teresa Caloca Rada y Manuel González Martínez. En próximas celebraciones se irán recuperando a los pueblos y funerales de fallecidos que les correspondía el “turno” en el mes de abril, mayo y antes del 12 de junio.
La celebración litúrgica dio comienzo las doce del mediodía, en un templo donde la bancada del mismo se encontraba a la mitad de su ocupación, debido a la obligación del cumplimiento de las normas sanitarias para estos casos. Ofició el padre Franciscano Patxi Bergara, y los también franciscanos del Monasterio lebaniego Juan Manuel y Oscar. El oficiante hizo hincapié en la homilía en dos aspectos importantes en este día de la celebración de la festividad de Santo Toribio: el regalo de la Cruz, del sagrado madero que «nos» regaló al traerlo de Jerusalén y sobre todo el compromiso que adquirimos para llevar el amor que irradia a todos, pero especialmente a los muchos «heridos» que hay en las cunetas de la sociedad, de la vida, en los muchos desahuciados por los demás, en los más necesitados. Durante la celebración y en el momento de la Consagración, un grupo de cofrades cumplió con el rito pertinente con los cirios encendidos hasta el final de la misma. Al final, y tras el canto del himno a la Cruz Sacrosanta los fieles asistentes no pudieron, como manda la tradición, besar ni adorar la cruz de cerca por los motivos derivados de la Pandemia. Finalizado el acto, lo que sí realizaron dichos fieles fue estampar su firma en el libro que a tal efecto se colocó junto a la salida del templo. A partir de ahora y cada viernes se estable un turno de asistencia hasta octubre en que tendrá lugar la clausura de esta tradición centenaria que sirve, además, para que algunos de esos fieles se reúnan una vez al año con vecinos de otras localidades que de otra manera no tienen contacto de forma habitual. La tradición de la Vez nace de los habitantes de los propios pueblos quienes decidieron juntarse en el Monasterio el día de Santo Toribio para celebrar una Misa, y, después, cada viernes hasta el mes de octubre, asistir a la misma dos personas de cada localidad hasta llegar a la clausura el mes de octubre. En la actualidad no se suele ser tan “exigente” en el número ya que los pueblos han sufrido importantes recesos en su población.













